Las relaciones pasan por muchas fases. Lo normal es que, si cada uno pone de su parte, todo vaya a la perfección y podáis formar un proyecto de vida ideal. Sin embargo, son muchas las cosas que ocurren en la vida y una de ellas es que las relaciones se desgastan por diversos factores que hay que tratar de controlar y minimizar para que no hagan un daño definitivo e irreparable. Si notas que hay algo que falla y que no estáis pasando por un buen momento, quizá ha llegado el momento de pasar a buscar ayuda profesional. Lo habéis intentado y no sois capaces. Pues bien, tenéis que poneros uno frente a otro y llegar a la conclusión de que necesitáis algunas herramientas que no controláis. Si te preguntas cuándo hay que ir a terapia de pareja, aquí te dejamos algunos motivos que te pueden poner en alerta. ¡Haz las cosas bien!
¡Te contamos cuándo hay que ir a terapia de pareja!
- Mala comunicación: Ten en cuenta que una relación es mucho más que hacer planes juntos. Hablar de manera fluida y poder reírse con la otra parte es fundamental para que todo proyecto se desarrolle con éxito. Un claro ejemplo de que algo está fallando es que no sois capaces de mantener una conversación sin caer en una discusión. Si esto sucede, os vais a ir dejando de admirar y cada vez hablaréis menos, lo que es muy significativo. Por otro lado, si sentís que ya no os apetece tener conversaciones interesantes o ha bajado la confianza en la pareja, a la hora de confiarse determinadas cosas, también habéis llegado a un punto de no retorno. Lo peor puede llegar a ser el hecho de tener que mentir a la pareja para intentar que se sienta bien con algo que no es real. Eso no se va a sostener en el tiempo y es muy mala idea.
- Infidelidades: Si buscabas saber cuándo hay que ir a terapia de pareja, aquí tienes otro motivo realmente importante. En muchas ocasiones, las infidelidades se producen porque ya se ha producido un distanciamiento totalmente insalvable. La pérdida de sentimientos hacia la otra parte termina por desembocar en una desconexión total, la cual hace que, en cualquier momento, se busque la novedad. Es probable que luego te des cuenta de que es un fallo y que merece la pena luchar por lo que tenías. La verdad es que debes hacerlo, antes de tirar por la borda un proyecto que puede darte la vida que siempre has querido. En multitud de ocasiones, las infidelidades son algo puntual que no tienen recorrido y que, sin embargo, pueden hacer un daño tan importante como para acabar con la relación. ¡Se puede recuperar la complicidad!
- Malas relaciones sexuales: Se puede dar el caso de que las relaciones sexuales ya no sean satisfactorias. Si llega un momento que se producen por inercia, pero no suponen un estado de felicidad de ambas partes, hay un problema. El sexo es fundamental en una pareja y, cuando no funciona, todo puede terminar muy mal. Por supuesto, si se da el caso de que ya no apetece hacer el amor, es que algo se ha desgastado de manera irremediable. La falta de deseo es algo muy dañino para la pareja, así que hay que hacer todo lo posible para tratar de recuperar la llama. Todo se puede avivar, tan solo hay que ponerse en manos de los que saben, como es el caso de la psicóloga Ángela Gual. ¡Os toca probar!
- Sin compromiso: Si buscabas saber cuándo hay que ir a terapia de pareja, piensa también en esos momentos en los que no llegáis a un acuerdo sobre lo que queréis para el futuro. Quizá una parte quiere casarse y otra no, o puede ser que uno pretenda vivir juntos y otro no. Sea lo que sea, cuando estos puntos de vista tan diferentes se mantienen en el tiempo, lo que se genera es un ambiente de desilusión que termina por destruir todo. Seguro que sois capaces de poneros de acuerdo. Tenéis capacidad para ello.
¡Cuidad la pareja!